domingo, mayo 21, 2006

Píldora No 2

La idea como hecho consumado
No llueve fuera sino dentro en la cabeza. Cae un líquido asqueroso, denso y frío que como una barra de hierro se arrastra por toda la nuca y corta limpiamente el sano juicio.

La noche acaba con todo. Entonces se abre otro lugar. Cae un telón invisible. Eco como música de fondo. No es sueño. Es una fiesta que irremediablemente terminará en un triste epílogo. Este oficio acá termina, así es todos los días.

Vicios alarmantes. Amantes poco excitantes. Sonrisas cíclicas, espejos replicantes. Sin dolor, o precisamente antes del dolor. Temblor constante. Al filo de la mente la idea solo puede ser hecho consumado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Este blog se convirtió en el rincón lastimero de aspirantes a escritores para la adultez ridícula, cómoda y trivial... No más convulsiones espasmódicas del patetismo en portugués ni más remedos de crónicas citadinas estilo Bridget Jones... Están tan aburridos de pasarla bueno en el primer mundo, hurgando entre las canecas?

Anónimo dijo...

ay sí! es verdad! a mi también me ha pasado! a mi ex le gustaban tanto los regalos que terminó sacándome todo y yo hurgando las canécas. al final tuve que irme del país para poder sacármelo de encima! uy! finalmente mi psiquiatra me dijo que yo tendía a atraer a la basura y por ello él estaba a mi lado! imaginen eso chicas!

Anónimo dijo...

que viva la adultez ridícula si eso nos salva de meternos con niños y luego vernos meados.

Anónimo dijo...

ay no pelen así, que para eso es mejor buscarse otra que me tenga y mantenga

Anónimo dijo...

No confundir vendettas personales con algo que no es más que una obra de caridad... ¡Por lo menos ahora tiene un motivo para vivir!