jueves, noviembre 03, 2005

¡Auxilio! Una década en el exilio


Con motivo del décimo aniversario de la muerte de Alvaro Gómez Hurtado, el Politburó del Partido Acción Simbólica y el Comité de Redaccion de Ediciones Clínicas, en conjunto con las cenizas del Movimiento de Salvacion Nacional, publican las siguientes palabras a manera de 'in memoriam':

La historia de Alvaro Gómez Hurtado es la fábula de aquel déspota ilustrado que jamás pudo ejercer el poder que merecía. Ilustre ciudadano, eterno candidato, buen príncipe que nunca contó con el favor de las torpes mayorías; su dramática partida se dio en las condiciones que todos conocemos -a sangre y a fuego- y significó el final de toda una era política en la historia nacional.

Diez años después, a medida que la vida y obra del Sr. Gómez Hurtado se aleja en el mar de nuestra memoria, su figura surte tanto en simpatizantes como en opositores el mismo efecto que un cuadro impresionista puesto en perspectiva. Palmo a palmo descubrimos y vemos cómo su persona era el retrato mismo del estadista. Le cabía en la cabeza la idea del Estado. Había crecido con ella, jugando en palacios con globos terráqueos. Tenía una cultura amplia y un pensamiento estructurado y, además de eso, tenía una pluma, con la que en alguna ocasión escribió un libro graciosamente titulado "Soy libre", e incluso la palabra 'lumpenproletariado'. Era caricaturista de vez en cuando y los fines de semana le gustaba dibujar caballos.

Todo esto para describir ese espíritu elevado, que de haber resultado favorecido por los dados democráticos se hubiera comportado no como un vil capataz sino como un real Jefe de Estado. Aquel hombre que incluso entre sus detractores inspiraba alguna forma de admiración intelectual y respeto en vez de folclor y simple miedo.

Nos preguntamos: ¿Todavía queda algún espacio para la confrontación de ideas en esta patria loba? Basta leer un par de comentarios en los foros de 'El Tiempo' para echarse a llorar y admitir que hemos tocado fondo. Los partidos son pandillas políticas sin programas ni ideales, los prohombres han desaparecido y han sido reemplazados por tecnócratas de cuello blanco con corbatas de papel higiénico. "República bananera, democracia de verduleras", tal como lo sentencia el grafitti de la Cr. 7, consciente de qué es lo que da la tierrita.

Por su parte, en noble labor idealista, 'El Nuevo Siglo' sigue repartiendo "el pensamiento de Alvaro Gómez" todas las mañanas -en estampitas coleccionables- seguidas de la leyenda "10 años de su asesinato impune". Desde el Tribunal de la Historia, pensamos que al fin y al cabo poco importa que el crimen quede impune, pues finalmente el talión es un recurso juridico de la canallada y nuestro cliente no es ni perdedor malo ni machito santandereano.

Las décadas pasan y la muerte sigue ahí, a la vuelta de la esquina. A unos los coge en haciendo proselitismo en Soacha, a otros después del desayuno, rumbo a su cátedra matutina. Pasa el tiempo y el candidato presidencial liberal (q.e.p.d) ahora aparece en los bluyines del mequetrefe de Carlos Vives. ¡Vaya orgullo patrio! En cuanto a nuestro Alvaro (r.i.p.), por ahí le hicieron un busto patricio, algo más discreto. A sabiendas de lo fácil que es hablar bien de los muertos, y hacer santos de mártires cualquiera, no nos extenderemos más. Por hoy, sólo queríamos criticar a los vivos y recordar con afecto a Alvaro Gomez Hurtado.

Si desea, puede firmar desde ahora la petición que enviaremos al Panteón para que el Sr. Gómez Hurtado le jale las patas a su tocayo en Palacio el dia de la reelección. En nombre de nuestros hijos y ancestros se lo agradeceremos.