viernes, febrero 01, 2008

La psicologización del yo en la sociedad de los individuos

Algunos apuntes de "viaje al interior del yo, la psicologización del yo en la sociedad de los individuos" por Fernando Álvarez-Uria:

"La noción de psicologización del yo no alude tanto al individuo autónomo, pretendidamente único y seguro de su singularidad, o al individuo con problemas mentales que acude a la consulta de un terapeuta, cuanto a un proceso de apertura en el interior de la subjetividad de una especie de subsuelo, de un alma entendida como fuente y raíz de todas las cosas, un principio vital inmaterial susceptible de ser explorado y analizado como si se tratara de un océano profundo y desconocido, una especie de terra ignota que es posible recorrer y cartografiar, un mundo íntimo que merece la pena explorar con sistematicidad hasta el punto de convertir la existencia del individuo en una especie de interminable inmersión en las profundidades del yo psicológico.

Ya no se trata del homo clausus, de la preferencia por el yo frente al nosotros, ni tampoco del sujeto ensimismado orgulloso de su autosuficiencia, sino del individuo que convierte el yo en un perímetro amurallado porque, consciente o inconscientemente, considera que en su interior se halla la respuesta que dará sentido a la existencia.

(...)Al menos desde Durkheim sabemos que el individuo, entendido como realidad autónoma separada del mundo, es una ficción, que un sujeto no es nada desvindulado del mundo social en el que nació y en el que creció. En este sentido hay una relación de complementariedad entre la busqueda de la maximización de la ganancia en el mercado y los intentos de optimizar nuestro potencial humano en el recóndido mundo de la mismidad. Es preciso por tanto no desvincular el deterioro del mundo laboral y la crisis de la política democrática en la omnipresencia en nuestras sociedades del mundo emocional.
En ambos casos nos econtramos ante un ciclo infernal, ante un tonel de Danaidas, que se retroalimenta, como en un circuito cerrado, de la propia frustración.


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