jueves, julio 27, 2006

el programa existencial prioritario

La noción de psicologización del yo no alude al individuo autónomo pretendidamente único y seguro de su singularidad sino a un proceso en el interior de la subjetividad diferente. No se trata de la preferencia del yo frente al nosotros, ni tampoco del sujeto ensimismado, orgulloso de su autosuficiencia.

Se trata de un individuo que convierte el yo en un perímetro amurallado porque, consciente o inconscientemente, considera que en su interior se esconde un tesoro cuyo hallazgo dará sentido a la existencia.

Y esta gran farsa es el programa existencial prioritario de todos estos inválidos emocionales, llorones, inconsecuentes y dependientes de toda clase de basura (incluyendo personas).

Cuando estos programas existenciales prioritarios entran en contacto con la dinámica social descubren que por sí mismos no tienen nuevos valores o conceptos para aportar. Entonces solo les queda 1) copiar 2) pretender o 3) coaccionar.

Así, en el último de los casos algunos se legitiman autoimponiéndose. Comienzan a encarar eslóganes políticos, personalidades autoritarias, metas tecnicistas y estándares libidinales.

Su lógica funciona bajo la creencia en que hay que ocultar verdades sencillas tras la muralla de los tecnicismos. Ocultar el empobrecimiento personal y los errores sociales con intentos patéticos de participar y con estrategias estúpidas para ser escuchados de nuevo.

Producen y consumen inutilidades, disimulan la normalización forzada, la personalidad inútil y los afanes de protagonismo.

Al final estas exaltaciones identitarias solo anteponen particularismos y dejan patente la necesidad de prótesis de sustentación que permitan mantenerse en pie y la afanosa necesidad de vertebración del yo (aunque sea bajo apodos ridículos). Pronto veremos que el precio a pagar por los delirios de omnipotencia es encontrar soportes relacionales incorrectos que impedirán salir por sí mismos de todas las mentiras personales que se terminaron acogiendo como único valor supremo restante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

para todo lo demás existe la gramática.

Anónimo dijo...

¡Qué propiedad con la que habla este comentarista! Gracias a la Divina Providencia que este observardor bípedo sin plumas e imparcial jamás se ha contaminado de humanidad y que tiene la extraordinaria facultad de que siendo tan terrenal pueda mostrarnos esta visión tan profiláctica de la naturaleza humana, animal y racional, para que finalmente nos advierta que él puede ser todo aquello que no quiere y que puede dejarnos con la satisfacción no de sentirlo defecar, respirar, dormir y menstruar. ¡Todo lo del pobre (hombre) es robado!

Anónimo dijo...

por lo menos ya firma anónimo nuevamente.