domingo, marzo 18, 2007

Bienvenidos a la Traumateca

próximamente

11 comentarios:

Anónimo dijo...

i never knew that you got married... what are you doing sunday, baby? would you like to come and meet me, maybe? you can even bring your baby!

Anónimo dijo...

quisiera siempre

Anónimo dijo...

Como antigua editora clínica me voy a referir al 'affaire' Carreño por esta única vez: asumo plena responsabilidad por lo que hice. No voy a contagiarme de la mojigata actitud de Poncio Pilato de otros colaboradores involucrados, que inmediatamente salieron en defensa de su propio pellejo y del Sr. Carreño a sabiendas de haberse reído y burlado y de haber tolerado la afrenta, y aduciendo pruebas sobre actos de respeto y de desagravio que ya se han diluído inexorables en las mentes y recuerdos de cada uno. Uds. saben quiénes son. Las razones que me mueven a realizar este pronunciamiento son las siguientes: uno, me son inoponibles toda clase de repercusiones sobre este hecho, y además, el que tenga alguna imputación fundamentada que hacer que por favor las haga ante las autoridades respectivas; segundo, la responsabilidad social que pueda enfrentar por este hecho me tiene sin cuidado pues no mantengo ninguna clase de vínculo afectivo ni sentimental con el Sr. Carreño ni con su círculo; tercero, creo que las personas involucradas, estando tan lejos y tan alejadas, comparten mi opinión y le restan toda importancia al hecho aparte de haberse ganado un animadversario; y cuarto, ya que el Sr. Carreño adujo, en recientes comunicaciones escritas, ser una mejor persona que los realizadores del montaje y no importarle en serio tal hecho, ha dado así a entender que para él toda clase de publicidad con su persona es buena y que no hay ningún problema con que a costa de su imagen, nombre y calidades personales se hagan bromas de alto calibre, pues para él eso significa una propagación en últimas positiva de su propia iconografía y personalidad.

Traumateca dijo...

Que asume plena responsabilidad? eso que es? si eso es lo que pretende hacer hagalo con nombre propio. Cual es la utilidad de hacerlo sin asumirlo y usar ademas modalidades femeninas que no son las propias. Asumo plena responsabilidad: atentamente Fulanito de Tal. Es lo mismo de siempre, hacer y decir cosas de las cuales realmente no se apersona, casi que con esto los dedos apuntan a un solo nombre.
Otra cosa: lo del sombrero negro es bastante disfrutable e igualmente caracteristico de Bucaramanga y su gente: el escandalo por la tonteria. Seguro que el senor carreno descubrio el articulo buscando en google su nombre en alguna pulsion de egocentrismo tan comun a el mismo. Igual que su nombre en wikipedia. Pero por favor senor ex-editor asumir una posicion tan elocuente y a su vez tan inutil y falsa solo habla de una constante modalidad personal que se ve no ha podido dejar atras. Palabras textuales de Leonardo: "vende vende!", ciertamente el mismo es un mercadotecnista pero por lo menos dentro de la politica del nombre propio, cosa que usted nunca pudo llegar a lograr.

Anónimo dijo...

Srta. Camisita Gris: Este es el nombre real de quien escribió y subió los artículos a su página en la época del incidente. Fulanita de Tal, tal y como vociferaba su taimado clamor. ¿Acaso Ud. tiene el valor de también aceptar su responsabilidad por dejar publicar esos archivos en su sitio? Observe con qué nombre fue publicado el artículo: sólo dice Ediciones Clínicas. Sólo SU nombre. Uds., los nuevos editores, también tienen 'rabo de paja', eviten la vergüenza y no vengan con sermones ejemplarizantes acerca de lo que significa asumir responsabilidad en primer lugar. Le invito a leer la legislación colombiana vigente sobre la responsabilidad civil y penal de los comunicadores sociales y de los miembros de páginas de Internet, que supongo deberá ser del entero conocimiento de los directores de estos medios, y hablamos realmente de responsabilidad, y de determinación o de individualización de responsables. Si Uds. tienen alguna denuncia o querella que hacer, por favor, háganla ante las respectivas autoridades, pero no creo que sean tan irrazonable como para alegar, en perjuicio suyo, su propia torpeza.

Anónimo dijo...

ladrar ladrar ladrar!

Traumateca dijo...

Estimada Señorita camisita gris o Señor No Se Qué: Conocemos la legislación colombiana vigente sobre la responsabilidad civil y penal de los comunicadores sociales y de los miembros de páginas de Internet, pero a diferencia suya no presumimos una y otra vez de hacerlo con el uso exacerbado de esa frase al igual que de la palabra “autoridades”. Estimado Señor, leerlo no crea desconcierto, realmente su continuo resguardo en argumentos jurídicos (casi amenazantes) altamente tecnificados pero absolutamente inapropiados e innecesarios solo nos deja en la cabeza una imagen suya pobre,mezquina, gritona, ridícula e infantil que solo quedaría completa agregándole un tupe bien encopetado, fofo, viejo, y de mal gusto sobre su cabeza. Recomendamos terapias de relajación anal para la próxima vez que se siente frente a un teclado. Si eso no le resulta suficiente y lo tenemos en el futuro nuevamente visitándonos solo nos queda por aclararle al publico que la senorita camisita gris le habla de esta forma a quienes fueron sus amigos, frase que nos vemos obligados a presentar en pasado por estricta obra y gracia suya. Su audaz forma de herir a la gente, por otra parte demostrada por su elocuencia en esta pagina, solo es digna de conformar una novela truculenta o una anamnesis psiquiátrica. Si esta es su manera de presentar las disculpas adeudadas entonces Ediciones Clínicas el orinal público en que esta página se convirtió, tendrá que permanecer abierta hasta que lleguen las palabras correctas desde hace anos esperadas. De otra manera le recomendamos lave su tupe cada tanto, pues sus palabras nos llegan fermentadas por su patente estado personal descompuesto.

Anónimo dijo...

Qué estrategia tan deleznable y tan ínfimamente digna la empleada por los nuevos Editores Clínicos para intentar desacreditar a una antigua colaboradora con este abusivo despliegue de imputaciones deshonrosas, contentivas de falaces argumentos de autoridad y de suposiciones humillantes lesivas de la integridad personal y de la honra. En vez de atacar los propios hechos y acciones, considerando que los efectos de los actos y omisiones son los que sí producen cambios en el mundo real y que son los únicos que merecen juicios de reproche o tolerancia, los Editores Clínicos han optado por una encarnizada campaña de descrédito individual que lo único que demuestra es la actitud adolescencial, la pobreza de espíritu, la falta de madurez psicológica y la incapacidad de rebatir seriamente, a través de argumentos sólidos y convincentes, las afirmaciones hechas por mi persona acerca de la asunción de responsabilidad sobre 'Apología al sombrero negro'. Desilusiona saber que los detractores más prometedores recurran a artilugios tan desesperados y tan irrazonables como estos. Tampoco se trata de argumentaciones amenazantes que intentan disuadir al contrincante infundándole temor; se trata de ideas planteadas con objetividad y con detenimiento, siempre teniendo en cuenta que la ignorancia jamás constituye excusa, a diferencia de los Editores Clínicos con sus declaraciones encriptadas y hechas con sevicia, hechas a la vista gorda de los eventos palmarios en cuestión. Deja mucho que desear, atendidas las calidades y pretensiones intelectuales que se trafican en esta página, y por las cuales yo, en lo personal, dimití, el que los comunicadores de este medio tengan que recurrir a ofensas y a improperios con nombre propio, y el que intenten emplazar sus propias actitudes descriminatorias y llenas de odio abyecto como amedrentamiento a una defensa de verdad y afincada en la facticidad. Por lo demás, no tengo ninguna disculpa que ofrecer a los Editores Clínicos, pues cuando decidí no seguir siendo colaboradora suya entendí simplemente abandonar a ex-compañeros (que yo suponía) de iguales valores, habilidades y actitudes, y no a dioses invencibles y omnipotentes proveedores de la verdad única sobre todo, frente a los cuales tendría que agachar la cabeza por disentir. Tampoco tengo disculpa que ofrecer al Sr. Carreño, por los motivos ya expresados. Sin embargo, sí tendría una petición a los Editores Clínicos: Por favor señores, absténganse de lanzar acusaciones temerarias, dejen de exigir componendas y resarcimientos a los que jamás han tenido derecho, y más aún, eviten recurrir a semejantes ultrajes, pues ello no es indicativo de buena fe, antes, por el contrario, descubre una voluntad de materializar las intenciones más reprobables nutridas de prejuicio y de ignorancia, que a personas como Uds., que saben tanto y opinan tan bien, les quedan demasiado mal.

Traumateca dijo...

Señor,
(y esperamos que por ultima vez)
1. Le sonará viejo, pero creemos que se proyecta sobre los demás especialmente al hablar de “lanzar acusaciones temerarias”. Las sugerencias y acusaciones temerarias solo han sido suyas. La llamada continua a asumir responsabilidades y a los gastados recursos jurídicos han sido solo de su parte.
2. Seguir pretendiendo (inocentemente) que el tema de fondo de toda su palabrería es el tonto asunto del sombrero negro solo demuestra en usted la incapacidad de ubicarse en lo que usted llama facticidad. Su buena redacción debería ir de la mano de otros recursos intelectuales (no es insulto). En fin, en caso de que aún no lo entienda (y segundas lecturas,a usted mismo no le ubiquen aún): el tema muere en que usted asume ser autor único del articulo para Ediciones Clínicas cuando usted mismo era quien publicaba en ella. A eso se refiere cuando dice “asume plena responsabilidad” En caso de que en este momento vaya a brincar le manifestamos que estamos muy orgullosos de su articulo y sí, en caso de responsabilidades molestamente tendremos que sentarnos a su lado…(solo que sabiendo que es usted quien lleva realmente el bulto?). Pero esto no es todo,
3. La verdadera discusión surge cuando en su manifiesto firma: Señorita Camisita Gris. Señor, al ser usted el primero que se lanzó a hablar de responsabilidades con una clara y honesta intención adornada de cordura y tecnicismos nosotros le instamos a firmar a nombre propio; pues no solo su manifiesto fue inútil sino nuevamente irrespetuoso: la Senorita Camisita Gris no fue suya ni invención suya y nos raya los ojos que la use. Intentamos hasta lo que mas pudimos no tener que decírselo de esta manera, pero al parecer sus capacidades para entender no son proporcionales a su vergüenza. La misma vergüenza que tiene al decir “los nuevos editores tienen rabo de paja” una frase tan concordante con sus tecnicismos y tan absolutamente de mal gusto para pretender esconder que usted no solo escribió, sino que armó el foto montaje y publicó ese día la apología del sombrero negro. Senor, Usted perdió de vista que su articulo es muy bueno y se lanzo, en descrédito propio y nuestro y con correa en mano, a defenderse sin saber que lo peor que le puede pasar a alguien no es tener que asumir responsabilidades jurídicas, que acá suenan mas bien a cuento para asustar morosos y a viejas, sino la verdadera responsabilidad por la propia conducción de la vida en donde usted y yo dejamos de ser amigos.
4. Aceptamos su acusación de ser “encriptados”. Tampoco queríamos tener que decírselo pero ya no confiamos en que nuestro lenguaje le llegue claro: Senor, poco honroso en su caso dimitir es “haber sido dejado a un lado” en la administración de claves de Ediciones Clínicas debido a la falta de confianza en su persona por el presunto robo de cuentas de correo de la cual existe prueba, testigos y denuncia. No se asuste con el tema de tener que asumir responsabilidades: nuestras pretensiones mas altas jamás han sido las jurídicas y es nuestro menor interés tener que –también- vernos ligados a usted en esas circunstancias.
5. Imputarle a alguien que se cree dios es el argumento mas vacío que nuestra paciencia ha tenido que oír. También queremos algo mas novedoso que la “ignorancia jamás constituye excusa”.
6. Si a pesar de lo anterior sigue abrigándose en el cuento de “asumir responsabilidades” y “el affair del sombrero negro” para pretender tener algo que decirnos le instamos a que se busque otro catalizador de su frustración porque en esos términos acá ya no hay nada para usted. Ediciones Clínicas presentan le perteneció y le pertenece desligándose de cualquier idea concreta que se tenga sobre las personas que pertenecen y participan en ella, cosa que desde el principio usted pareció no entender. Se lo recuerdo por ultima vez “Senor Usuario Anonimo” en caso de que pueda dejar al lado la comodidad ramplona de seguir manteniendo su orgullo gritón como forma de aparecer en el mundo y pueda volver a tener sus propias construcciones de sentido como forma de instalarse en la realidad, que en un momento dado todos supimos proclamar.

Anónimo dijo...

Con cierta risilla interior compruebo que el molino ya no está pero el viento sigue todavía. Sorprenden y no sus argumentos fuertes solo por las palabras que usa, tan groseras e inapropiadas siempre. Que éstas sean las últimas “aclaraciones”: Conviene moderar la manía de convertir todo en una afrenta personal (¿o ser menos vanidoso?). Un argumento que resulta de la sublimación de las propias frustraciones ni siquiera es digno de ser controvertido. Por supuesto, queda por fuera la discusión respecto de las calidades intelectuales o personales del interlocutor, para darle su justo lugar y valor a las ideas objeto de debate. Cada uno tiene sus errores y sus motivos. Hay que dejar que el agua corra.

Anónimo dijo...

sí, no le quedaba otra cosa sino asumir cierta (falsa) calma y sabiduría.